El Palatino:
Como ya hemos hemos visto anterioremente Roma tiene numerosas leyendas e historias acerca de su fundación. Los gemelos Romulo y Remo fueron amamantados por la loba Luperca, que llegó a ser una madre para ellos hasta que un pastor los encontró y los cuidó como si fueran sus hijos. Rómulo tuvo que matar a su hermano para poder saber que sería el fundador de Roma, que se edificó sobre la colina del Palatino, donde los hermanos crecieron.
Una de las partes más conocidas y antiguas del imperio romano es el Palatino. Durante la época de la República fue la zona más lujosa, en la que los emperadores y adinerados de la sociedad eran los únicos que tenían el privilegio de vivir allí.
Al establecerse allí la clase social más culta se edificaron muchos palacios y domus, que eran las viviendas unifamiliares romanas de familias con poder económico.
Además del prestigio de la población también se celebraban las fiestas Lupercales. Se trataba de un acontecimiento que se celebraba el 15 de febrero en el que sacerdotes sacrificaban a una cabra y un perro, signos impuros, y con las pieles de estos se mandaba a los muchachos más jóvenes a correr por la ciudad golpeando a la población con las pieles para eliminar los pensamientos y los actos impuros.
Al establecerse allí la clase social más culta se edificaron muchos palacios y domus, que eran las viviendas unifamiliares romanas de familias con poder económico.
Además del prestigio de la población también se celebraban las fiestas Lupercales. Se trataba de un acontecimiento que se celebraba el 15 de febrero en el que sacerdotes sacrificaban a una cabra y un perro, signos impuros, y con las pieles de estos se mandaba a los muchachos más jóvenes a correr por la ciudad golpeando a la población con las pieles para eliminar los pensamientos y los actos impuros.
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